Encimeras con mucha personalidad
La encimera es una pieza clave en nuestras cocinas. Existen un sinfín de materiales en el mercado: madera, piedra, mármol, granito, cuarzo, laminados, porcelánico, terrazo, resina sintética, acero inoxidable…, con diferentes tonalidades cromáticas, grosores, texturas y cantos. Pero a la hora de elegirlas debemos prestar atención a aspectos como resistencia, durabilidad, funcionalidad, mantenimiento e higiene, además de aquellos relacionados con el gusto y la decoración.
En la cocina, centro neurálgico de nuestra vivienda, un lugar de esparcimiento, socialización y laboratorio culinario, hay un elemento que sobresale por encima del resto y en el que recaen todas las miradas: la encimera. Es el espacio de trabajo, donde se realiza el making off de los cocinados, por lo que debe cumplir con los requisitos de amplitud, funcionalidad y quizás el más importante en la situación actual dominada por el Covid-19, el de la limpieza y la higiene. Por ello, se debe apostar por materiales fáciles de limpiar y mantener, que ofrezcan resistencia a los arañazos, al calor, a la humedad, y que preserven el medio ambiente.
Dentro de una cocina podremos encontrar encimeras de una sola pieza para evitar la proliferación de bacterias y facilitar su limpieza, encimeras que se extienden por la paredcomo si de un reducido zócalo se tratase para evitar salpicaduras y manchas, las que sirven de forro para revestir los laterales de islas o penínsulas y las que se prolongan acompañadas de una mesa snack en madera para crear una sensación de continuidad y aumentar el espacio de trabajo o el lugar destinado para comer.
Pero antes de pensar en cómo vamos a colocar este preciado elemento en la estancia, hay que planificar una serie de requisitos. Es el caso del material y su resistencia en función del uso que le vayamos a dar; el diseño, que debe ser acorde al resto de elementos que componen la instalación; las necesidades del usuario, porque no es lo mismo diseñar una cocina para una pareja o una familia con hijos, y, por último, el espacio y el presupuesto con el que contemos.
Como ya anticipábamos anteriormente, hay a nuestra disposición un amplio abanico de materiales, colores, grosores, alturas y cantos para destinar a la encimera. Conviene adentrarse en ellos para conocer en profundidad lo que nos ofrecen para escoger al vencedor.
Fuente: imcb.info